Acostumbrada a que todo en la vida requiere esfuerzos, me niego (inconscientemente) a permitir tú entrada…
“Las cosas que fácil vienen, fácil se van”
Resuena esa voz en mi memoria…
Pero tus labios, aquellos labios que me llenan, que limpiaron (alguna vez) esas heridas infectadas me incitan a quererte, a entregarme…
“El amor siempre duele”
Repite un eco incesante… trato de parar mi cabeza con nuevos pensamientos... “duele pero no mata” me repito… (Trato de esconderme...)
Te miro y te digo que “no soy un ángel… tengo carne, hueso y corazón”
(Edgar Oceransky) y que no quiero necesitarte
¿De verdad no lo quiero?
Sentirme frágil… quizá… ¿miedo a volver a ser herida? Mucho de verdad…
¿Pero ser dependiente? ¿Dónde se cruza la línea entre una necesidad y una dependencia? Continúa la cabeza, continúo con esta incapacidad de sentir… pienso en ti y sonrío
Pero tú continúas entregándote… estando aquí a mi lado... o allá (da lo mismo) igual conmigo.
La vida se llena de teorías sobre “cómo uno debería ser”, esas teorías imbéciles que me llevan a pensar que hay ciertos parámetros que cumplir… que me provocan una amnesia de sentimientos, que me inculcan a la frialdad, a la inteligencia y a la razón antes del amor…
Estás aquí queriendo darme rescate…
Estoy sujetándome al filo del río…
¿Seguir dormida?
Drogada, hasta decir basta, me niego a sentir…
Despierto entre tus brazos, sonríes, me besas, exploras mis verdades, mis recovecos…
¿Podré apoyar mi cabeza en tu hombro, sin sentir que soy una niña vulnerable?
¿Reconocer que te necesito? ¿Decírtelo?
Te manejas (como yo) por las palabras… pero podría intentar demostrar... (¿?) Quisiera dejar de intentar... sólo ser... “simplemente” estar…
Bendita sea la información que he recibido desde la infancia… (Me permite saber qué me está sucediendo…)
Maldita por estar, porque gracias a ello no puedo actuar en contra de ella…
Paradoja, ironía…
Escucho tu voz… dices necesitarme, te creo, lo siento…
A veces no sé si esta inclinación a querer ser mejor no es la razón para no ser…Y muchas veces siento que no es más que un despropósito…
“Subjetividades” dicen por ahí sobre los sentimientos…
Mi cabeza estalla
Río
Mares de abundancia
Despertares
Cada célula que me conforma me llama a ti…
Pertenezco a tu sudor, a tu cuerpo, a tus sueños, a tus miedos, a tus valentías, a tus utopías, a tus quimeras, a tus mentiras, a tus verdades, a tu libertad… pertenezco a mí, perteneciendo a ti.
Sin dejar de ser mía, con esto trato de decir que me entrego a ti…
Más claro… que yo también te amo (con reconfirmaciones y todo)
Más claro… que yo también te amo (con reconfirmaciones y todo)
1 comentario:
Valen, que duro que es reconocer a veces que necesitamos de algo/alguien más para estar bien... a veces no es debilidad, es fortaleza saber reconocer las necesidades, o los sentimientos. Me alegro full por ti y tu amorcito! te lo tenías bien merecido!! besito
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