Toda mi vida he luchado por ser libre... mucho tiempo traté de serlo acorde al pensamiento de que ser libre es no tener ataduras de ninguna manera... Pero de alguna forma esa libertad que siempre me han planteado y por la cual luché tanto, nunca me gustó lo suficiente. Gracias a ello (y al hecho de dañar a mucha gente que me rodeaba) le empecé a dar “n” vueltas a todo este asunto y algunos años atrás desarrollé un concepto (sólo para mi, no pretendo que esto le calce a todo el mundo) el cual era (algo así como): la libertad trata de cómo yo puedo ser o no ser capaz de sacrificar algo por las personas a las que amo.
Por lo que el siguiente punto era: para ser considerado sacrificio debe ser algo que realmente me interese.
Por lo tanto para mi la libertad quiere decir que tengo la capacidad para poder decidir si quiero sacrificarme o no, de atarme a algo o alguien, etc.
Con este concepto ya listo me las di de mártir (error común) y dejé de lado todo lo que me hacía bien, por el bien de “X”, “Y” y “Z” persona... y estaba ahí aunque tuviera que dejar toda mi vida de lado para poder hacerlo, pero tampoco funcionó ya que la única herida fui yo.
Como mencioné en el post anterior, he pasado por el proceso de sentirme una cucaracha tratando de volver a ser la misma y el proceso que se ha dado en mí en el último tiempo...
Volví a hacer lo que siempre me ha gustado, volví a la arquería, al canto, a la danza, al go (poco) a cierta paz (de vez en cuando desesperante), a mi “parallacá” (ir y venir de aquí para allá), incluso volví a los recuerdos de mi infancia (conde pátula, nosferatu, la profecía, la sirenita :P, he man, Mafalda, tintín, gardfiel, lucky luck, etc) gracias a lo cual hoy casi-casi se podría decir que puedo montar un museo, lo único que me falta es conseguir “carrusel” y ya estoy hecha.
Pero todo este ir y venir de recuerdos, de conceptos, de hobbies, de “cuasi” carreras, de melancolías, de tiempos, de promesas, de ganas, etc. Me llevaron a encontrarme con alguien que fui, con alguien que quiso, pero en el fondo con alguien que ya no es. No trato de decir que por ya no ser aquella mina dejo todo eso (que me hace tanto bien) pero tampoco que lo necesito.
Y se pudo dar este proceso de metamorfosis que tanto anhelé (ten cuidado con lo que deseas), no se dio como lo pensé y quizá ni siquiera como lo quise, pero el hecho es que por fin me encuentro en el punto por el cual luché mucho tiempo.
Me di cuenta que esa libertad de la que yo hablo vale principalmente para mi... y por ello decidí sacrificar lo que a mi me estaba haciendo mal.
Una vez en un taller de “danza primal, sentí que toda mi vida (hasta ahí caminada) era lo que yo necesitaba para hallarme en ese lugar, en ese instante, fue una sensación increíble, no habían culpas, resentimientos, miedos, expectativas, nada más que yo en ese momento.
Hoy siento lo mismo, todo lo que he vivido ha sido básico para poder estar aquí, contando lo que me sucede, viviéndolo y para poder decir (y sentir) que soy capaz de hacer lo que sueño y capaz de sacrificar sin dañarme a mi por ello, que por fin estoy disfrutando el poder verme libre.
Por lo que el siguiente punto era: para ser considerado sacrificio debe ser algo que realmente me interese.
Por lo tanto para mi la libertad quiere decir que tengo la capacidad para poder decidir si quiero sacrificarme o no, de atarme a algo o alguien, etc.
Con este concepto ya listo me las di de mártir (error común) y dejé de lado todo lo que me hacía bien, por el bien de “X”, “Y” y “Z” persona... y estaba ahí aunque tuviera que dejar toda mi vida de lado para poder hacerlo, pero tampoco funcionó ya que la única herida fui yo.
Como mencioné en el post anterior, he pasado por el proceso de sentirme una cucaracha tratando de volver a ser la misma y el proceso que se ha dado en mí en el último tiempo...
Volví a hacer lo que siempre me ha gustado, volví a la arquería, al canto, a la danza, al go (poco) a cierta paz (de vez en cuando desesperante), a mi “parallacá” (ir y venir de aquí para allá), incluso volví a los recuerdos de mi infancia (conde pátula, nosferatu, la profecía, la sirenita :P, he man, Mafalda, tintín, gardfiel, lucky luck, etc) gracias a lo cual hoy casi-casi se podría decir que puedo montar un museo, lo único que me falta es conseguir “carrusel” y ya estoy hecha.
Pero todo este ir y venir de recuerdos, de conceptos, de hobbies, de “cuasi” carreras, de melancolías, de tiempos, de promesas, de ganas, etc. Me llevaron a encontrarme con alguien que fui, con alguien que quiso, pero en el fondo con alguien que ya no es. No trato de decir que por ya no ser aquella mina dejo todo eso (que me hace tanto bien) pero tampoco que lo necesito.
Y se pudo dar este proceso de metamorfosis que tanto anhelé (ten cuidado con lo que deseas), no se dio como lo pensé y quizá ni siquiera como lo quise, pero el hecho es que por fin me encuentro en el punto por el cual luché mucho tiempo.
Me di cuenta que esa libertad de la que yo hablo vale principalmente para mi... y por ello decidí sacrificar lo que a mi me estaba haciendo mal.
Una vez en un taller de “danza primal, sentí que toda mi vida (hasta ahí caminada) era lo que yo necesitaba para hallarme en ese lugar, en ese instante, fue una sensación increíble, no habían culpas, resentimientos, miedos, expectativas, nada más que yo en ese momento.
Hoy siento lo mismo, todo lo que he vivido ha sido básico para poder estar aquí, contando lo que me sucede, viviéndolo y para poder decir (y sentir) que soy capaz de hacer lo que sueño y capaz de sacrificar sin dañarme a mi por ello, que por fin estoy disfrutando el poder verme libre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario